domingo, 3 de julio de 2016

Blindspot


Imagina que alguien borra tu memoria. Imagina que te tatúan el cuerpo entero. Imagina que te anestesian y te abandonan en Times Square. Imagina que de esos tatuajes depende la vida de miles de personas. Imagina todo esto en el primer minuto de una serie. 




Pues sí, amigos felinos. Así comienza Blindspot, una serie de misterio y acción creada por Martin Gero para la NBC, protagonizada por Jaimie Alexander (Thor) y Sullivan Stapleton (300: El Origen de un Imperio) y que se ha convertido en una de las series más vistas en Estados Unidos.

Jane Doe (Alexander) es un personaje del que poco podemos decir, ni siquiera su nombre real. Jane es la mujer que aparece en Times Square sin saber siquiera quién es y cómo ha llegado allí. Lo único cierto que sabemos de ella es que en su tatuado cuerpo aparece el nombre de un agente del FBI (Stapleton), a quien tampoco reconoce porque su memoria ha sido borrada. Kurt Weller y su equipo del FBI deciden encargarse del caso, intentando descifrar la verdadera identidad de la desconocida, empezando por el elefante en la habitación: sus tatuajes. 

Pronto descubrirán que dichos tatuajes son claves para poner al FBI tras la pista de personas que no traman nada bueno. Así, dichos tatuajes les ayudan a abortar atentados terroristas, destapar tramas de espionaje, asuntos turbios del FBI, robos de armas nucleares… Pero lo intrigante no es esto, sino las preguntas que el espectador no puede dejar de hacerse: ¿Quién es en realidad Jane Doe? ¿Quién le ha hecho esto? ¿Por qué ella? ¿Qué tipo de información manejan?

A medida que avanzan los capítulos, la historia se hace cada vez más opaca. De por sí, cada tatuaje es un misterio, pero lo que desconcierta al espectador son los flashbacks y algunos de los recuerdos de Jane, que no tardan en sucederse y que nos dejan con la mosca detrás de la oreja y a no fiarnos de ningún personaje. A algunos/as les recordará a la película Memento: pérdida de memoria, tatuajes que llevan a historia por resolver… Y que peca de poco original. Puede que la idea salga de ahí, pero no hay más símiles con la película de Nolan.

Blindspot consiste en acción a raudales. Cada uno de los 42 minutos de esta serie está cuidadosamente aprovechado, permitiéndonos ver a Patterson (Ashley Johnson) hacer magia para descifrar los tatuajes de Jane, al equipo entero poniéndose tras la pista, a la resolución del caso (con muchos tiros y peleas de por medio) y aun tenemos tiempo para profundizar en cada uno de los personajes. ¿Qué tiene que ocultar la Asistente de Dirección del FBI? ¿Cuál es la relación entre Kurt y Jane? ¿Tasha, qué te traes entre manos?

La serie tiene algo muy bueno y es que es de las pocas series donde hay paridad entre hombres y mujeres, además de que las críticas a la sociedad estadounidense y el funcionamiento de sus instituciones se suceden cada capítulo (aunque podían ser más contundentes pero es la NBC, ¿qué queréis?). Además, es de esas series de personajes ambiguos en los que nunca deberíamos confiar y que seguramente nos den alguna que otra sorpresa. 

Sin embargo, no todo en esta serie es brillante y hay varias cosas que deberían pulir. Empezando por las burradas informáticas. Digo burradas porque por muy brillante que sea Patterson utilizando ordenadores, hay cosas que sencillamente, son imposibles de llevar a cabo aunque se cuente con toda la tecnología que dispone el FBI. Podemos seguir con las actuaciones. Stapleton y Alexander tienen que mejorar en sus interpretaciones, sobre todo en las escenas que tienen un tinte más emocional, porque en las de acción brindan una actuación muy decente.

Ahora bien, hay que aplaudir a los creadores y guionistas la capacidad de crear 22 capítulos por temporada, en que cada uno de ellos hurga un poco más en el pasado de Jane y en destapar qué hay detrás de todos los tatuajes, con gran majestuosidad ya que todo está muy bien ligado, uniendo y casando a la perfección la trama principal con la de los personajes secundarios.

En mi opinión, tratándose de una serie cuya renovación por una segunda temporada ha sido la más precoz de la temporada televisiva, puede que esa configuración de “serie larga” sea el talón de Aquiles de esta serie. Se nota que los guionistas están frescos y que ponen empeño en ello, lo que permite la gran tirada que tiene actualmente la serie. Pero en el negocio de la televisión de hoy en día se está apostando por otras fórmulas que traen mejores resultados, por lo que yo apostaría por una temporada más corta pero más intensa. No obstante, creo que la configuración de 22 capítulos forma parte de la trama, porque teniendo en cuenta que los tatuajes de Jane tienen múltiples significados, muchas temporadas harán falta para descifrarlos todos y poder llegar al fondo del asunto.

Lo mejor: la trama principal, que deja al espectador preguntándose adónde va a llevar todo esto.

Lo peor: al ser una serie que consiste en temporadas tan largas, algunos capítulos se hacen especialmente lentos.

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