"What became of forever? We'll never know..." rezaba la última estrofa del que, hasta el 11 de septiembre, fuese el último disco de la ya prácticamente legendaria banda formada por Carl Bârat, Pete Doherty, Gary Powell y John Hassall, The Libertines.
La banda británica lanzó su primer álbum Up The Bracket en 2002, a pesar de llevar ya algún tiempo anteriormente circulando por pequeños clubes. Este disco fue bastante aclamado por un gran número de publicaciones especializadas, cosa que favoreció al gran éxito que empezaron a tener a partir de este momento.
Pero no todo era de ensueño, entre la banda habían empezado a surgir tensiones debido al elevado consumo de drogas por parte de uno de los líderes, Pete Doherty. Esto hizo que las andaduras de The Libertines no duraran mucho más, por lo que el grupo sólo publicó un disco más (el homónimo The Libertines) antes de su disolución en 2004.
En 2010 se produjo la primera reunión de la banda para un par de conciertos en el famoso festival británico Reading & Leeds que, además nos trajo un muy recomendable documental There Are No Innocent Bystanders, en el que nos cuenta como vivió la banda esta reunión.
Tras esta reunión tan breve los fans no contaban con que se produjera otra en un futuro cercano, sin embargo, se produjo el milagro cuando el 20 de abril de 2014 los confirmaron para el festival British Summer Time. Posteriormente a esta empezaron a añadir más fechas, tanto en el Reino Unido como fuera de éste (incluso nos visitaron en el Festival Internacional de Benicàssim ese año), y las cosas entre los miembros de la banda iban tan bien, que el 2 de julio de 2015 anunciaron el lanzamiento de su tercer disco, el primero en 11 años.
Anthems For Doomed Youth vio la luz el 11 de septiembre de 2015, y en este disco podemos ver a unos Libertines que no han perdido su esencia, podemos encontrar unas letras muy emotivas y poéticas y las guitarras que podíamos encontrar anteriormente que son parte del estandarte de su identidad, pero que además tienen un sonido mucho más maduro que en sus álbumes anteriores.
Sus 45 minutos de duración nos traen tanto temas movidos como Fame And Fortune o Heart Of The Matter, como canciones más tranquilas y emotivas con letras que no dejarán indiferentes a los fans más incondicionales de Pete Doherty y Carl Bârat, en estas destacamos la homónima del disco Anthems For Doomed Youth y You're My Waterloo. También encontramos otros estilos como Gunga Din, que tiene pequeños toques reggae.
Como conclusión, estamos ante unos Libertines que no han perdido la forma a pesar de todos los rifirrafes que han sufrido, y que nos traen unos directos dinámicos e increíbles (como pudimos ver este año en el Low festival) que no tienen, a nuestro parecer, nada que envidiar a los de "los good old days" y esperamos que esto se mantenga por muchos años y que sean capaces de traernos más trabajos como este.
Excelente reseña. Muchas gracias...
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