domingo, 6 de marzo de 2016

BATES MOTEL



Bates Motel es una serie producida por la cadena de televisión estadounidense A&E y protagonizada por Vera Farmiga (Up in the Air, Expediente Warren) y Freddie Highmore (Charlie y la Fábrica de Chocolate). 

Por si no te has dado cuenta, Bates Motel es el nombre que recibe el hotel donde Norman Bates hace de las suyas en Psicosis, de Alfred Hitchcock. La serie es una precuela moderna de la película, intentando narrar los acontecimientos que llevan a Norman (Highmore) a perder la cabeza y la influencia que su madre, Norma (Farmiga) en todo ello. 

Sin embargo, después de las tres películas posteriores a la original y otra con el mismo nombre que esta misma serie, hay algo que lleva a su creador, Carlton Cuse (Lost) a relanzar la franquicia, pese a los acechos de falta de originalidad.

El principal aspecto que cambia la serie de la historia original, es el tiempo durante el que transcurre, ya que la serie se encuadra dentro de la actualidad. Así que por mucho que Norma Bates conduzca un Mercedes de los 60, no te extrañes cuando veas que al mismo tiempo habla por un iPhone. 

La serie narra la adolescencia e inicio de la adultez de Norman y cómo está rodeada de una espiral de violencia y homicidio. Por si fuera poco, su posesiva madre, Norma, no es que ayude mucho a que el chico tenga una adolescencia “sana” debido a la sobreprotección (recíproca, por cierto) a que somete a Norman y que lleva a éste a creer en una relación incestuosa con ella.

POSTER PROMOCIONAL DE LA 4ª TEMPORADA
CON FREDDIE HIGHMORE
Cuse y su equipo de guionistas juegan con muchos de los aspectos de la obra de Hitchock, que les llevan a suponer qué posibles personas hubieran tenido una influencia durante la adolescencia de Norman, tales como su hermano mayor (Max Thierot), fruto de una relación anterior de Norma con otro hombre, Emma (Olivia Cooke) una compañera de instituto, distintos profesores, terapeutas e incluso aficiones de Norman, como la taxidermia (claramente sacado de esa escena de Psicosis en la que Norman le ofrece algo de comer a Marion, con la mirada atenta de las aves disecadas sobre ella). Por si fuera poco, a nivel de  fotografía también se encuentran planos y movimientos de cámara que recuerdan a las clásicas películas de Hitchcock.

Pasando a los actores, Highmore y Farmiga son la pareja demente perfecta. Farmiga lleva a cabo una interpretación merecedora de una nominación al Emmy. Cada capítulo somete a su personaje a una montaña rusa de emociones, que ella ejecuta a la perfección, acorde con la responsabilidad de ser inductora de la locura del asesino más famoso de toda la historia del cine (si me lo permite Buffalo Bill, por El Silencio de los Corderos). 

Highmore, por su parte, muestra a un Norman adolescente, tierno, inseguro y las complicaciones que tiene en sus relaciones con las chicas, debido a esa influencia de su madre y que le hace ver el sexo como algo pernicioso. La interacción entre estos dos personajes es, sin duda, lo mejor de la serie. 

White Pine Bay, lugar donde transcurre la serie es tan importante como los personajes para el desarrollo de la trama. Aunque se cambia la localización original, se trata de una pequeña ciudad costera en la que nada es lo que parece. Asuntos muy turbios ocurren por allí y encajan perfectamente con la historia principal.

Cabe decir, que la serie estrena mañana su cuarta temporada en EEUU, habiendo renovado ya por una quinta, que será la última. Uno puede pensar que una vez vista la película de Hitchcock, se hace completamente innecesario ver la serie (cosa que yo pensé, dada la indigestión que me causaron las secuelas), pero es una serie que no deja de sorprender, pese a que hayas visto Psicosis y ya sepas cuál es el final y el destino de Norma(n), por lo que cabe afirmar que lleva implícito un aire de frescura que no supieron conseguir las dichosas secuelas.

Las dos primeras temporadas de la serie son una absorción al mundo de locura de Norma y Norman. La serie no deja de crecer capítulo tras capítulo, dejando al espectador al borde del sillón y con ganas de que llegue la próxima semana para saber cómo continúa la aventura. Quizá la tercera temporada es la más floja de todas, con tramas secundarias poco interesantes y que algunas ya se habían desvelado durante las temporadas anteriores, pero yo soy optimista y creo que la cuarta promete. Y mucho. Su subtítulo esta vez es “No haría daño ni a una mosca” (fans de la peli, ya sabéis cuando pronuncia Norman esto).

Recomiendo que la veáis la serie en primer lugar por Vera Farmiga. Aunque la interpretación de Highmore está muy a la altura, Vera se sale como Norma y nos otorga los momentos más graciosos de toda la serie. También sería conveniente verla en versión original, para poder apreciar la capacidad vocal de esta señora, porque sus gritos (como ya demostró en Goats) son algo del otro mundo.

La segunda razón (y con esto ya acabo) para ver la serie es que es la única innovación (o renovación) de una de las películas más famosas de todos los tiempos y que por fin le hace justicia. Cuse ha mimado mucho la psicología de los personajes, sin desconocer la de los originales, por lo que cada capítulo nos acerca a ellos un poco más y explora lo que tienen que ocultar (porque si de algo está hecha esta serie, es de secretos y lados oscuros inesperados).

Lo mejor: la pareja Farmiga-Highmore y su interacción.
Lo peor: tramas secundarias sin importancia alguna (SPOILER: como por ejemplo cuando aparece el hermano de Norma o las actividades laborales de su hijo, Dylan).

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