Marvel, como editorial de cómics en sus inicios, ha mostrado
en sus creaciones a personajes modelo “a seguir” como el Capi América,
siempre tan justo y tan Norteamericano o personajes atormentados y serios como
el Tony Stark alcohólico que a pesar de ello de be seguir pilotando la armadura
de Iron Man, el joven que debe llevar su vida como estudiante y Spider-Man o el
desquiciado inventor que creó a la máquina de matar que es Ultrón: Hank Pym
(Ant-Man). Si bien todos ellos tenían cierto punto de humor, los comentarios de
Peter Parker tras la máscara del hombre araña o los amoríos del rompecorazones millonario
Anthony Stark, el tono general seguía siendo bastante serio, claro que esto
daba mayor realismo pero actualmente el humor es más frecuente en las adaptaciones
de la gran pantalla y sí, también más necesario. Ya se vio la mayor presencia
de chistes y bromas en Iron man, o en las dos entregas de los Vengadores y
cuando parecía que Guardianes de la Galaxia había puesto el tope de situaciones
ridículas y conversaciones que te arrancan una carcajada, llega Ant-Man.
Antes de empezar a hablar sobre la película en sí
(spoiler-free por supuesto) querría hablar sobre la historia y original del
alter ego de Ant-Man en los cómics, Henry Jonathan “Hank” Pym. Como ya he
explicado en mi anterior post, las historias del Pym de los cómics y el Pym
cinematográfico comparten poco más que los nombres de personajes y algunos guiños.
El Pym de los cómics era un científico responsable de la creación de Ultrón.
Estaba casado con Janet Van Dyne, la
avispa. Gracias a una partícula descubierta por Hank, ambos tenían el poder de
encogerse hasta el tamaño de insectos y Hank también podía aumentar su tamaño
hasta ser tan alto como un edificio de cinco plantas. Durante un experimento
fallido, inhaló unos gases que afectaron a su mente, haciéndole creer que él
era otra personalidad mucho más arrogante y hosca de Hank: La Chaqueta
Amarilla, un superhéroe convencido de que había matado al Hank original. Cuando
consiguió volver en sí, cometió otro de sus mayores errores: crear a la
inteligencia artificial: Ultrón. Como puede verse, el tipo era la alegría de la
huerta, saltaba de problema en problema, con su mente cada vez más inestable y
todo dramático hasta decir basta. Pero tranquilos, que en el cine si lloráis
será de risa.
La película mantiene los nombres de los personajes
originales y las relaciones entre ellos incluso los sitúa en la época de los
cómics (década de los 70) pero la acción de la película transcurre en el
presente, justo después de los eventos ocurridos en Los Vengadores 2. Aunque el
guion no aporta enormes novedades al estilo Marvel, tiene una forma muy
interesante de producir humor usando a personajes cómicos muy divertidos y
provocando la risa con las situaciones que se crean debido al tamaño de
Ant-Man. Creo que es la película de la casa de las ideas con la cuál más me he
reído, quizás queda a la par que Guardianes de la Galaxia. La escala de la
acción es mucho más pequeña (toma chiste) No, en serio, se aleja mucho de los
grandes conflictos que se ven en Los Vengadores u otras películas de superhéroes.
Mantiene la fórmula tantas veces explotada en el cine de la lucha contra un
enemigo muy poderoso y el camino del héroe hasta el enfrentamiento y en este
aspecto no es revolucionaria, sin embargo no se pierde el objetivo que sí es
importante y la acción mezclada con momentos de menos tensión mientras te ríes
ayuda a que se haga muy fácil de ver.
Personalmente, yo la voy a ver otra vez antes de que se vaya
de las carteleras por lo fresca y entretenida que me ha parecido. Espero que
disfrutéis de igual manera esta pequeña gran película. Mira, otra gracia con el
tamaño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario